MEMBRESÍA

Sentir el Qi

Mano de una persona puesta sobre la corteza de un árbol

No voy a meterme en teoría aquí. Sólo lo muy esencial. Por ahora sólo es importante entender que el qi somos nosotros. Es parte de nuestro ser, de nuestra energía. Qi es vitalidad, es energía de vida. Sin qi no hay vida. Todo ser vivo tiene un campo de qi que lo penetra y permea.

Lo que es importante entender, es que la calidad de este qi puede mejorar o empeorar dependiendo de cómo lo cuidemos. Si mejora, aumenta nuestra salud, nuestro estado de ánimo, nuestra inteligencia, y empatía. Nuestra consciencia.

Si el qi empeora, todo lo demás empeora también. Es una cuestión de calidad. El qi se ensucia, se estanca, se pudre, se desgasta si no lo cuidamos.

El camino para cuidar el qi dura toda la vida, y toma tiempo para dominarse. Eso es la esencia del qigong y de hecho eso significa el término: Qigong es Maestría del Qi.

El primer paso para aprender a cuidar nuestro qi es sentirlo. Debemos practicar muchas veces técnicas que nos ayuden a sensibilizarnos a su presencia, a sentir el qi.

Como en otras ocasiones, les recuerdo que no se dejen engañar por lo sencillo de una técnica. El que sea fácil no quiere decir que uno, no sea importante y dos, no lo necesiten hacer repetidamente.

La primera práctica es frotar las manos para abrir los chakras de las manos y sentir el qi entre ellas.

Frota tus manos un ratito y respira, siente, acuérpate, está presente. Haz esto el tiempo suficiente para que sientas algo. No importan cuánto tiempo, no es cuestión de minutos. Es cuestión de efecto.

Algo increíble del chikung es que una vez que comienzas a percibirlo en tus manos, es muy fácil mantener tu atención en el qi, porque es placentero y calmante. Tiene un efecto regulador y produce ecuanimidad en la consciencia. Y una de los principios más hermosos del manejo de energía es que la observación ecuánime tiene un efecto purificador y regulador del qi. Entonces lo que sucede es un bucle positivo, un feedback loop positivo. Ente más observes el qi en calma, más se purifica y armoniza. Y entre más armónico esté, más gozo, calma y tranquilidad vas a sentir.

Este es el principio esencial de la práctica taoísta. Es una práctica que se cultiva durante muchos años y se va profundizando, madurando, logrando poco a poco, pues va cambiando con el tiempo. 

Podríamos llamarla mindfulness del chi en el contexto de las prácticas que hemos hecho. En taoísmo se llama Regresar al Uno o Resguardar el Uno. Como muchas prácticas avanzadas de meditación Zen, Dzgogchen y Taoísmo no debemos confundir la simpleza de la técnica con el estado buscado. 

Esta técnica es el fundamento para practicar qigong. No la voy a considerar como una de las 3 meditaciones de qi que les voy a enseñar, pero es fundamental para todo el trabajo con qigong.

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