Introducción a la anatomía sutil

Esta semana vamos a saltar del cuerpo físico al siguiente cuerpo: el cuerpo de qi o de vitalidad.

La idea es que aprendan no sólo la teoría de ¿Qué es?, ¿Cómo funciona?, ¿para qué sirve? y todo eso, sino mas importante aunque aprendan a percibirlo y limpiarlo. El siguiente paso sería aprender a fortalecerlo y desarrollarlo, pero eso se hace ya con qigong y otras técnicas que veremos más adelante.

Antes que nada les quiero dar primero una muy breve explicación de los principales cuerpos para que se orienten y vean el Big Picture. Ya todos sabemos que nuestros sentidos sólo se perciben en un rango muy limitado del espectro de luz. Esto significa que hay muchísimas formas que no podemos percibir sin entrenamiento.

El cerebro es increíblemente plástico, increíblemente moldeable. Con práctica podemos aprender a percibir otros niveles de vibración. La división de los cuerpos es arbitraria; por eso algunas escuelas hablan de 5, otras de 7, otras de 10 cuerpos. La realidad es que somos un solo cuerpo con distintos niveles de vibración, igual que todo en el universo. Para facilitar, vamos a hablar de 5 cuerpos.

Toda esta información ha sido cuidadosa y científicamente investigada por un protocolo experimental que involucró 5 videntes diferentes en un ambiente controlado. Fue realizado por el Instituto Mexicano de Parapsicología en los años 80s en la Ciudad de México a cargo del Dr. Carlos de León.

Los cuerpos son:

• El físico que todos conocemos
• El cuerpo de qi o vitalidad
• El cuerpo astral o doble
• El alma o los distintos niveles del aura
• El espíritu.

Vamos de denso a sutil.

El primero es el cuerpo físico , pero me lo voy a saltar porque ya lo conocemos; aunque me encantaría hablar del nivel hormonal y cerebral y cómo todo este funcionamiento se relaciona con el qi y la energía, pero eso será para otra semana de la membresía.

Entonces, el segundo es el cuerpo de qi o de vitalidad . Este cuerpo es un campo energético, un campo vibratorio que penetra y permea todo el cuerpo físico como una especie de guante. Es nuestra energía de vida y vitalidad, la energía que mantiene con vida a toda la materia física. Se puede medir con todos los aparatos médicos actuales. No sólo esto, sino que se puede mejorar. Se puede desarrollar, fortalecer y sobre todo se puede preservar. El preservarlo es la esencia del qigong y su meta es prolongar no solo la vida sino la salud. La tradición que más se especializó en este cuerpo es el qigong, el taoísmo, la Medicina Tradicional China, etc. 

El tercer cuerpo es el cuerpo astral o cuerpo de ensoñación o doble . Este cuerpo es como una copia de tu físico, pero transparente, u holográfico digamos. Así como el cuerpo físico funciona con el cerebro, los sentidos y la cognición, el cuerpo astral funciona mediante símbolos y lenguaje onírico. Sus sentidos son sentidos psíquicos: clarividencia, clariaudiencia, clariolfato, sensibilidad a energías sutiles. Este es el cuerpo que sueña y tiene la particularidad de poderse separar del cuerpo físico sin problema. A esto le llamamos viaje astral o desdoblamiento.

Estos 3 cuerpos (físico, energético y doble) se gestan durante la concepción física. Por lo tanto son finitos e impermanentes. Los dos siguientes son cuerpos (Alma y Espíritu) son permanentes en el sentido de que tuvieron un inicio pero no tienen un final. No “mueren” en cuanto a dejar de existir.

El cuarto cuerpo son todas las diferentes estructuras que conocemos como “aura”, y en realidad todo esto en conjunto es el Alma diferenciada o expresándose encarnada en un cuerpo. Cuando encarnamos (en un cuerpo), el Alma despliega formando muchas capas áuricas y otras estructuras y procesos (entre los más importantes están los chakras) pero también muchos canales, niveles áuricos y estructuras y procesos.

Gran parte de esto lo veremos más adelante en los siguientes meses cuando estudiemos los chakras y kundalini. El mensaje esencial es que el alma no se desarrolla por si sola. Necesitamos conscientemente dedicarnos a despertarla y desarrollarla. De lo contrario permanecemos como en estado fetal álmico.

Esto lo logramos amando. Aprendiendo a amar cada vez más; aumentando energética y espiritualmente nuestra capacidad y habilidad de amar cada vez más y más. Esto es realmente un desarrollo energético, de chakras, de estructuras energéticas que nos permiten tener como una mejoría o un upgrade en nuestro sistema nervioso y de conciencia para poder ser literalmente más amorosos.