MEMBRESÍA

Mantra 6 sílabas

Campanas pulidas agrupadas

La tercera práctica es tal vez el mantra más famoso de todo Tibet y el que todos los tibetanos conocen y recitan durante toda su vida.

A veces hay confusión con el budismo tibetano porque el budismo original no es tibetano sino indio, en segundo lugar el budismo tibetano no es propiamente budismo sino una combinación entre budismo de india, tantra también de india y una tradición tibetana muy antigua llamada Bön. 

Entonces en el budismo tibetano, que realmente se llama Vajrayana y significa el camino o el sendero del Trueno o del Diamante es una sinergia entre estas 3 tradiciones. Del tantra toma muchos elementos como el uso de mantras, mudras, mandalas y una gran cantidad de deidades o principios universales.

En tantra, los mantras tienen 4 niveles de enseñanza y de práctica, llamados externo, interno, secreto y muy secreto. Depende del nivel de cada practicante es el nivel que se suele enseñar.

Pasa algo muy interesante: pueden haber 4 practicantes diciendo el mismo mantra y siguiendo los mismos pasos exactamente en una sadhana (así se llaman las prácticas) pero si su entendimiento y por lo tanto su intención es distinta, el efecto de la práctica será distinto, en otras palabras más profundo y total.

No voy a explicarles aquí los 4 niveles en detalle porque no me daría tiempo. Si quieren, pueden tomar mis cursos de budismo tibetano. Estos niveles se aplican para todas las sadhanas tántricas y son mas o menos así:

El nivel externo hace referencia al significado literal o simbólico del mantra y lo que evoca en uno.

El nivel interno se relaciona con el poder búdico o divino y su efecto en el mundo, que es distinto para cada buda o deidad digamos. En el caso de Avalokiteshvara es la compasión o loving-kindness por todos los seres.

El nivel secreto es colocar y activar el mantra en los cuerpos energéticos para purificar o transformar el karma personal de forma específica, rápida y profunda. Requiere más entendimiento y capacidad.

El nivel muy secreto de las sadhanas es la unificación con la realidad no-dual o total, más allá de todo concepto y forma, que es nuestra verdadera naturaleza. En Vajrayana le llamamos La Base de todo o Kunzhi y al estado de totalidad le llamamos Rigpa.

Avalokiteshvara es sánscrito y significa el de los 1000 brazos porque simbólicamente él ayuda a todos los seres. En tibetano su nombre es Chenrezig y significa el que mira hacia abajo, como mirando hacia nosotros los seres no liberados con compasión.

Su mantra es conocido como El Mantra de las 6 Sílabas: OM MANI PADME HUM. Significa algo así como “Bendita sea La Joya que mora en el Loto, presente en todo el universo”. Joya en sánscrito es MANI y Loto PADMA  aunque a veces se pronuncia padme. HUM es como decir Amén o bendito sea o alabado. y Om es una mantra que habla de la presencia de la divinidad en la totalidad y en la individualidad.

Pero si lo entendemos simbólicamente, La Joya en el Loto representa nuestra verdadera naturaleza (la joya) que es preciosa, valiosa y purísima como un diamante y está en el corazón del Loto, que representa nuestra experiencia en el mundo de los fenómenos y del karma. El loto nace en el agua o el fango pero no se mancha, y al abrirse, muestra la joya.

De la misma forma, nuestra verdadera naturaleza permanece pura aun a pesar del karma de innumerables vidas y puede florecer puro y perfecto.

Este es el simbolismo del mantra en su nivel más básico y fundamental: la posibilidad de liberarnos del karma en esta vida dado que en el fondo de nuestro ser ya somos seres puros y perfectos. Así, al recitar el mantra evocamos esta idea de liberación e iluminación, mediante la compasión y la bondad.

También nos entregamos o nos cobijamos en la bondad infinita de Chenrezig, que al mismo tiempo representa nuestra capacidad de ser compasivos y la energía búdica y divina de bondad del universo. 

Podemos repetir OM MANI PADME HUM una y otra vez, mentalmente o en voz alta. Sintiendo esta entrega a la bondad, a la compasión. Permitiendo que el sonido nos penetre en un estado de amor bondadoso, expandiendo nuestro corazón. Poco a poco reconociendo y sintiendo que en nuestro centro somos budas, somos amor puro sin mancha.

Ahora, al mismo tiempo que sucede esto, si entendemos el nivel interno del mantra, podemos relacionar cada una de las 6 sílabas del mantra con uno de los 6 venenos emocionales internos o 6 emociones conflictivas que producen más karma y también con los 6 planos o reinos de existencia, ayudando a beneficiar no sólo a nosotros mismos sino a todos los seres.

Para la visión budista del mundo, la experiencia interna o psicológica es un reflejo de la experiencia externa. Así, los 6 reinos o planos o tipos de seres se relacionan con las 6 emociones conflictivas, que a su vez se pueden transformar en los 6 néctares o 6 antídotos emocionales.

Abajo les dejo escrito el mantra con su “veneno” y su “antídoto” correspondiente.

Así, cuando repetimos OM MANI PADME HUM estamos purificando nuestra experiencia emocional al evocar cada emoción positiva, y al mismo tiempo generando deseos de amor y compasión para todo tipo de seres.

  • Om: se relaciona con los llamados Devas, que serían como una especia de ángeles o serafines en la cultura bíblica. El veneno asociado es el orgullo y el antídoto es la perseverancia o el valor y la fé.
  • Ma: se asocia con los Asuras, que son más como los titanes de la mitología griega, entre humanos y dioses. El veneno asociado es la envidia y el antídoto la paciencia.
  • Ni: es el reino humano cuyo veneno principal es el deseo y cuyo antídoto es el desapego.
  • Pad: es el reino de los animales; su veneno asociado es la ignorancia y su veneno la sabiduría. 
  • Me: se asocia con el reino de los seres desencarnados o espíritus en pena, que han quedado varados entre la muerte y la vida sin poder encarnar. El veneno asociado es la avaricia y el antídoto la generosidad.
  • Hum: lo asociamos con el reino de los demonios, seres que han elegido el mal conscientemente como su camino. El veneno es el odio y el antídoto la compasión. 

Es muy hermoso porque el universo es como un holograma, un fractal donde las emociones humanas están reflejadas en el universo en los distintos reinos. Así, si evocamos o sentimos emociones iluminadas o virtudes, no solamente estamos habitando eso en nuestra experiencia interna personal, sino que conectamos holográficamente con distintos niveles vibratorios de la realidad y podemos bendecir emocionalmente a todos los seres.

Entonces estamos entonando o cantando o diciendo o pensando el mantra: om mani padme hum, om mani padme hum, etcétera. Y al mismo tiempo sintiendo o recibiendo la vibración de las 6 emociones, de las 6 sílabas, de los 6 reinos. Los visualizamos iluminados, despiertos, amorosos. Sentimos nuestras 6 virtudes inundar el universo entero en una entrega de energía búdica y liberada que toca todos los seres sin excepción. 

Entre más permanezcas diciendo el mantra, mejor. Lo puedes repetir mentalmente siempre y a cada momento. Si quieres hacerlo como sesiones formales de meditación, te recomiendo empezar por sesiones cortas de entre 5 y 10 minutos y poco a poco incrementar.

Hay muchas versiones del mantra en internet y no todas son buenas porque no todas tienen la misma calidad de energía. Les recomiendo utilizar las que estén cantadas por lamas o monjas tibetanas. En las sesiones de meditación formales no pongan audios, háganlas con su propia voz o pensamientos.

Vamos a hacer un poco la práctica juntos para que reciban el mantra de mí, ya que estas prácticas se pasan de maestro a alumno para crear eslabones del linaje y mantenerlo vivo.

  • Om - orgullo - perseverancia
  • Ma - envidia - paciencia
  • Ni - deseo - desapego
  • Pad - ignorancia - sabiduría
  • Me - avaricia - generosidad
  • Hum - odio - compasión

Desarrollo Integral del Ser

Membresía Full-Access

Todos mis cursos online en un sólo lugar

Cursos | Encuentros | Comunidad

QUIERO SABER MÁS