La mente onírica y Los símbolos

Continuando con el blog de la semana pasada, otra forma en la que nuestro inconsciente se comunica con nosotros además del lenguaje del cuerpo es mediante símbolos.

Esta semana y la próxima vamos a hacer una introducción al mundo simbólico, al mundo de los sueños.

Aprenderán cómo funciona la mente onírica y como utiliza símbolos para buscar integración. Estudiaremos juntos los símbolos llamados Arquetipos y veremos su gran importancia en la búsqueda de trascendencia. 

Les voy a enseñar a llevar un diario de sueños y a interpretar sueños de dos distintas maneras.

OK, empecemos.

Lo primero que veremos es algo que casi todos sabemos de alguna forma u otra: tenemos una mente lógica y una mente simbólica, una racional y otra intuitiva, o una cuantitativa y otra cualitativa, científica y artística, etcétera.

Los famosos hemisferios izquierdo y derechos del cerebro. Son partes de nuestra estrategia cognitiva para procesar información.

Sabemos que el cerebro ha evolucionado para poder procesar distintos tipos de información simultáneamente, como olores, sabores, formas, y sonidos por ejemplo en lo que hoy llamamos las zonas de la corteza cerebral.

Las emociones, en contraste, las procesamos usando la parte intermedia del cerebro, el cerebro límbico (de limbo o espacio intermedio entre el cerebelo y la corteza).

Lo que es importante recordar es que aunque el cerebro está diferenciado, siempre funciona como una totalidad. Todo lo que percibimos es procesado por todo el cerebro al mismo tiempo.

Ahora, esta diferenciación y especialización también existe entre los dos hemisferios del cerebro.

Los hemisferios están sostenidos y unificados por un tejido más duro llamado el cuerpo calloso, que es esencialmente una aglomeración importante de nervios que unifica los dos hemisferios.

La creencia popular es que procesamos toda la información “racional” con el hemisferio izquierdo y la “intuitiva” con el derecho.

Esto no es del todo cierto. La realidad es que necesitamos utilizar ambos lados del cerebro para procesar información. 

Lo que sí es cierto, es que entre más coordinados estén nuestros hemisferios, más capaces somos de usar la intuición y la lógica al mismo tiempo. Esto es precisamente lo que buscamos, poder intuir racionalmente y razonar intuitivamente.

Usar nuestra mente artística y creativa para resolver problemas lineales y nuestra mente lineal y estructurada para dar orden a la creatividad. Podemos entender esto mejor si pensamos en términos de frecuencias y vibraciones.

El cerebro es una masa gelatinosa que todo el tiempo está vibrando, como un motor. La frecuencia o velocidad de vibración define nuestro estado de consciencia.

Esto lo vamos a ver mucho más en detalle la próxima semana, pero por ahora sólo es importante entender que el estado de vigilia (o el estar despiertos) tiene un rango de vibración y el estar soñando tiene otro rango.

Naturalmente la consciencia percibe cada estado cuando vibra en ese rango. Lo que intentamos hacer aquí es un puente entre esos dos estados: vigilia y sueños. Eso lo hacemos precisamente con el cuerpo calloso. Es una habilidad que se desarrolla, y como toda habilidad toma tiempo y práctica.

En parte involucra la capacidad de visualizar: de imaginar algo como si estuviera ahí, delante de nosotros. En algunas personas simplemente se manifiesta como una idea, un concepto abstracto (sin posibilidad de “ver” con la mirada interior.

De cualquier forma, lo importante para este tipo de prácticas como la que estamos haciendo aquí y ahora, es la capacidad de extraer significado de la imagen o de la idea.

Tener una imagen o idea de una imagen, pongamos el ejemplo de una casa y poder extraer significado abstracto y verbal. De eso se trata.

Poder sostener la imagen (o la idea) de la casa es nuestra mente intuitivo y el hemisferio derecho. Poder nombrarla “casa” y pensar acerca de ella: es una estructura donde vive gente, es un refugio, es un hogar, es una estructura construida que da estabilidad, etc. es parte de nuestra mente lógica y el hemisferio izquierdo.

Aquí en este punto es donde vemos los tipos de personalidad. 

Hay personas más racionales, más abstractas que van a tener más dificultad en visualizar, imaginar o percibir sensaciones en las imágenes.

Por otro lado, las personas más intuitivas, van a tener más dificultad al momento de describir en palabras y adjetivos la imagen en cuestión.

Esto se ejercita buscando el significado simbólico de las cosas.

Una forma que me encanta es simplemente contar los sueños en la mañana. De forma casual en la mesa en el desayuno o durante el café, con tu pareja o tu familia. Simplemente preguntarse unos a otros: ¿qué soñaste? y tratar de darle palabras a los símbolos.

 Por ejemplo “soñé con unas rocas enormes que caían del cielo” y después entre todos tratar de decir lo que puede significar. Nombrar tantos significados como sea posible. No hay uno incorrecto. Todos son correctos. Esto es el punto.

Las rocas cayendo pueden significar muchas cosas… precisamente el ejercicio es “traducir” a lenguaje verbal todo eso. Entre más significados, mejor.

 Peso, densidad, peligro, amenaza, tierra, arraigo, fuerza, volcanes, lluvia, enojo..

Cualquier significado que a las personas les despierte la imagen son completamente correctos. Por eso es un juego hermoso para hacerlo en familia, con los niños.

Si vives solo o a tu familia no le interesa, puedes hacer una variación y simplemente buscar en internet (a mi me gusta wikipedia) todo lo que puedas investigar sobre el símbolo.

Ojo, no diarios de sueños o este tipo de libros… Esos no sirven mucho porque los símbolos deben ser individuales. Es mejor investigar todo acerca de las rocas y poco a poco ir descubriendo lo que pueden simbolizar.

Como ejercicio, esta semana intenta eso: Puede ser un sueño que recuerdes del pasado, o tu sueño más reciente.

Identifica algunos símbolos (los que te hayan llamado más la atención) y simplemente dale significados y palabras. 

Intenta darle tantos significados como puedas; no te rindas tras 2 o 3.