Las necesidades emocionales

Algo hermoso del trabajo psicocorporal es que por más extraño y confuso que parezca, por mas ilógico y raro, siempre sin excepción el camino de regreso al ser, es el mismo.

Es el camino al corazón.

Al final del día, no necesitamos lógica ni razón, ni mapas complejos o complicados, aunque estos mapas nos ayudan mucho para orientarnos y abrirnos a navegar en confianza y fe.

Sobre todo cuando no sabemos hacia dónde movernos y la mente nos paraliza, los modelos y mapas nos ayudan. Las tipologías nos ayudan. Las lecturas corporales nos ayudan.

Sin embargo, tarde o temprano regresamos al mismo punto y se nos pide la misma cosa: abrirnos y ser valientes, zambullirnos en nuestra propia historia para atravesar el dolor y llegar al hogar.

Llegar al lugar de donde pertenecemos, al lugar de donde alguna vez nos separamos. Nuestro corazón.

Cuando vivimos esto en terapia, recorremos el camino de retorno de acuerdo a nuestra configuración personal de heridas…

Este es el siguiente paso en el trabajo terapéutico que hemos venido explorando en los blogs cada semana. Y recalco aquí que lo que podemos lograr en un proceso de terapia uno a uno, es muchísimo mayor que el alcance.

El siguiente paso es pasar de las heridas a reconocer nuevamente nuestras necesidades, tal y como cuando éramos niños.

Sucede que no hay otra forma de tocar y sentir las necesidades si no las sentimos con el corazón. Y el tema es que sentir esto, por necesidad duele.

Es justamente el deseo de huir de este dolor lo que nos alejó del corazón en un principio. O la incapacidad de entender lo que estaba sucediendo en el momento.

Y lo que nos llevó a crear todas las defensas y disociaciones para separarnos del dolor. La diferencia es que ya vimos lo que sucede al disociarnos, y vemos que al final es un callejón sin salida. 

La pregunta es entonces... ¿cómo se viven las heridas si nos acercamos más a ellas y las vivimos como necesidades? ¿si las vivimos como “yo necesito…?”

La Herida de Rechazo y el  “no estoy a salvo porque no soy bienvenido” se convierte en “necesito que me protejas y me des seguridad, que me hagas sentir a salvo y bienvenido”.

La Herida de Abandono y el “ya no me aman, me dejaron solo porque no soy suficiente” se convierte en “necesito que me amen y que me nutran, que estén ahí cuando dé mis primeros pasos”.

La Herida de Traición o Manipulación y el “sólo me van a amar si hago lo que ellos quieran” se convierte en “necesito que reconozcan mis sentimientos y los validen, que me den permiso de tener emociones y me digan lo que son”. 

La Herida de Humillación y el “sólo me van a amar si me resigno a ser como ellos quieran” se convierte en “necesito que me permitan ser como yo quiera, que validen mis puntos de vista, que valoren lo que tengo que decir, que me hagan sentir visto y escuchado”

La Herida de Restricción y el “sólo puedo ser libre si cierro mi corazón y no me entrego” se convierte en “necesito  que confíen en mi y me den libertad de ser y hacer lo que yo quiera, pero observándome y alentándome a ser cada día más autónomo y libre”.

Estas frases nos llevan a las necesidades universales. Son universales porque todos los niños y niñas las tienen, sin importar su raza, género, color, nacionalidad, etc. Son necesidades psicológico pero su origen es biológico, fisiológico.

Conforme el neonato se desarrolla y crece, adquiriendo capacidades sensoriales, cognitivas, motrices y posteriormente sociales, lingüísticas y lógicas, las necesidades de ser cambian.

Esto presenta una peculiaridad: las necesidades tienen límite de tiempo para satisfacerse. Si no se llenan durante un periodo de desarrollo biológico específico, la única forma de satisfacerlas en el futuro es con el tipo de trabajo que estamos llevando a cabo aquí.

Las 5 necesidades son:

- La Necesidad de Seguridad se da al nacimiento y es de sentirnos a salvo, protegidos.

- La Necesidad de Nutrición se da durante el primer año y es de sentirnos amados y nutridos, física, emocional y cognitivamente.

- La Necesidad de Expresión Emocional se da durante los años 1 y 2 y es de sentirnos cómodos al sentir y expresar emociones y que nos las validen y nos las expliquen.

- La Necesidad de Expresión Verbal se da durante los años 3 y 4 y es de sentirnos escuchados, vistos y validados en lo que pensamos, decimos y opinamos; sentir que nos apoyan en nuestra búsqueda de entender el mundo.

- La Necesidad de Autonomía o Libertad se da durante los años 5 y 6 y es de sentir que tenemos libertad de ser autónomos, de privacía, de sentirnos amados, apoyados y alentado en dar los primeros pasos hacia nuestra independencia.

Los tiempos que mencioné son aproximados. Pueden ser diferentes para distintas personas y son más bien rangos. Pueden ver cómo las necesidades se entralapan y se combinan entre sí.

Te invito a hacer un ejercicio el día de hoy. Para este ejercicio, igualmente utiliza un espejo pero esta vez conecta con una necesidad.

En vez de me duele di “te necesito”. Simplemente déjate decir eso una y otra vez. Permite que brote lo que tenga que salir. Observando y permitiendo. Sintiendo.