Pasar de estrés a descansar
Podemos enfocarnos en distintas sensaciones para identificar los estados.
Sin embargo, hay un factor que las distingue y que además podemos alterar a voluntad. Nuestra respiración.
Durante el curso de la membresía voy a ir enseñándoles a cambiar la forma como vemos la respiración. Vamos a pasar de verla simplemente como un acto fisiológico de oxigenación y desintoxicación gaseosa a entender la respiración como una gran herramienta para regular y desarrollar la conciencia.
Piensa en los 5 estados cerebrales y trata de reconocer cómo respira en cada uno de ellos.
- Gamma o fight or flight: respiración rápida y corta, utilizando la parte superior del pecho, la boca y la nariz. Piensa en alguien agitado o un mamífero en situación de peligro. El cuerpo se tensa, el vientre se aprieta.
- Beta o feed and breed: respiración media y tranquila, utilizando la nariz y en el mejor de los casos, todo el torax. Piensa en cómo respiras cuando estás manejando o lavando los trastes, o viendo una película con interés.
- Alpha o rest and digest: respiración larga y tranquila, con suspiros paulatinos o respiraciones lentas y profundas esporádicas. Piensa en cómo respiras cuando estás en el sillón después de comer, con modorra y sin mucho que hacer.
- Theta o sueños: similar a Alpha pero con periodos de excitación cuando tenemos sueños intensos, más similares a Beta y Gamma. Piensa en cómo respira alguien durmiendo junto a ti cuando están soñando.
- Delta o sueño profundo: respiración lenta y suave, utilizando el vientre bajo. Piensa en cómo respira alguien cuando está durmiendo profundamente; tal vez un bebé o tu mascota. En ellos es más visible el movimiento del vientre inflando y desinflándose.
Ejercicio para tu proceso personal
Te voy a dar un ejercicio de lo más importante para todo tu proceso personal, para tu salud, para el desarrollo de tu conciencia.
Se llama respiración de vientre.
Tal vez sea la practica mas importante y mas subestimada en el camino espiritual. Lo que he visto en mis maestros de meditación y artes marciales es que entre más viejos y sabios son, más énfasis ponen en dedicar tiempo todos los días a esta pequeña gran práctica. No dejes que su sencillez te engañe. Tiene muchísimo para dar. No es fácil hacerla bien, aunque así lo parezca.
Coloca tus manos en el vientre y relaja el tronco. Es importante que relajes el tórax, el diafragma, el vientre y las costillas. Respira lentamente por la nariz si puedes.
Al inhalar deja que tu vientre se expanda hacia enfrente y a los costados, como empujando tu ombligo. Al exhalar deja que tu vientre regrese hacia el centro de tu cuerpo, contrayéndose suavemente jalando el ombligo hacia la columna. Respira de esta forma un buen rato. Sintiendo. Percibiendo. Registra las sensaciones. Registra tu experiencia interna.
Trata de sentir cómo tu sistema nervioso se relaja, como tu cuerpo se afloja. Observa cómo aumenta el nivel de oxígeno en tu sangre.
Aquí pueden pasar varias cosas.
Si te relajas y entras en un estado agradable, felicidades.
Si empiezas a sentir ansiedad y te alteras, respiras más despacio y no tan profundamente.
Lo que buscas es aprender a regular tu respiración y tu estado fisiológico. Entre más lo hagas, más fácil será. Es una habilidad y un hábito que quieres desarrollar.
¿La ventaja de este ejercicio?
Se puede practicar en cualquier momento, en cualquier lugar.
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