Principios de Psicoterapia corporal
Quisiera comenzar este blog diciendo que hay muchas escuelas de psicoterapia corporal con visiones teóricas y filosóficas diferentes.
Escuelas de Psicoterapia Corporal.
Existen por lo menos 4 escuelas que vale la pena mencionar por si las quieres investigar más a fondo.
La primera y la más conocida es la Bioenergética de Alexander Lowen y su enfoque es más en la parte psicoterapéutica y menos la espiritual. Aunque al final de su vida, Lowen trató de integrar el aspecto espiritual en su modelo.
Otra muy interesante es Core Energetics de John Pierrakos quien fuera socio de Lowen al inicio. Core Energetics toma una visión más psíquica y espiritual pero no de forma tan abierta.
Tanto Lowen como Pierrakos fueron alumnos directos de Willhelm Reich.
Actualmente casi todas las corrientes de psicoterapia corporal parten de las ideas de Lowen y/o Pierrakos.
El tercer modelo de Eva Pierrakos, quien fuera esposa de John y quien creó una modelo llamado Pathwork que toma un tinte más abiértamente espiritual, incorporando elementos de terapia corporal.
El cuarto modelo es muy interesante y se llama Biodinámica o Método Boyesen. Este viene de otra alumna directa de Reich llamada Gerda Boyesen y es un enfoque increíble (más femenino y sutil), que una de sus técnicas es utilizar un estetoscopio para escuchar la peristalsis y diagnosticar de esta manera.
Lo cual es muy interesante pues hoy sabemos que el vientre es donde se procesan todas las emociones, incluso más que en el cerebro.
Yo he estudiado principalmente psicoterapia Ontogónica, que no es una escuela “purista” sino más bien una integración de principios psico-corporales con conocimiento y entendimiento de kundalini, chakras y anatomía sutil más esotérica.
Toma elementos de análisis Reichiano y Bioenergética principalmente, integrando la parte espiritual directamente de la investigación personal de Carlos de León.
Bueno, vamos a ver algunos principios importantes de la terapia corporal compartidas por todas las escuelas.
La resistencia.
Esto es la defensa del ego de hacer terapia, de resistirse a sentir y re-vivir el contenido traumático.
Se vive de muchas formas, principalmente un “rechazo” de terapia, racionalización y justificaciones de por qué no necesitamos terapia, hastío, y en general ganas de no entrarle bien al proceso.
Es sustentada por distintos mecanismos de defensa, o procesos psicológicos que usa el ego para protegerse. Hay muchos mecanismos identificados; no los vamos a ver aqui en detalle. Algunos de los más comunes son proyección, negación o racionalización.
El asunto es que si logramos no caer en estos mecanismos y llegar a reconocer que tenemos un problema, podemos finalmente ir a terapia y presentarnos con ganas de cambiar.
Gran parte del trabajo del terapeuta es ayudarnos a vencer las resistencias usando distintas técnicas psico-corporales, principalmente la estimulación de zonas de tensión crónica con masaje o movimiento y expresión.
Si logramos ir rompiendo la resistencia y tocando material traumático, nuestro sistema entra en un proceso de carga y descarga emocional y psicológica.
Se necesita “cargar” al cuerpo al 100% para revivir la memoria completamente y lograr una descarga completa al 100%. Sólo así todo el material del trauma se libera.
Mucho de la terapia es una especie de ir y venir entre la resistencia, y lograr una carga-descarga al 100%. Depende mucho de qué tan bueno sea el terapeuta y el intento del paciente, así como la “fuerza” de sus defensas.
Cuando se logra una carga y descarga completa, la persona vive una catarsis: una explosión emocional sin control donde la emoción lo toma por completo y la identidad o el ego se pierde momentáneamente en la emoción.
Es como una explosión emocional completa, similar al orgasmo en el sentido que es involuntario e incontrolable. También similar en el sentido de que hay un cierto gozo, aunque la emoción sea “negativa”.
Después de una catarsis completa viene un periodo de gozo y relajación, similar también al periodo refractario post-orgasmo dónde la persona de forma espontánea y natural recibe un insight sobre el contenido liberado. Aquí es donde viene entendimiento y racionalización de lo vivido.
Este proceso de ir debilitando resistencias, permitiendo expresión y logrando catarsis se va dando poco a poco en la terapia, cada vez entrando más profundamente y completamente.
La meta de la terapia corporal en varias escuelas es que la persona logre tener este proceso de catarsis y descarga total de forma más o menos regular y se pueda dar espontáneamente en su vida, sin tanta necesidad del terapeuta.
Lo que vamos a hacer de ejercicios son dos posturas diseñadas por Lowen llamados “arcos bioenergéticos”.
Son dos posturas que buscan tensar al cuerpo promoviendo una mayor carga. Están diseñadas para generar incomodidad y ayudar al contenido emocional a brotar al consciente.
Existen muchos ejercicios de este tipo y variaciones. Veremos los dos más famosos.
Para los dos es importante inhalar por la nariz y exhalar por la boca con sonido. También tratar de permanecer lo más sueltos y relajados posible en la postura.
Finalmente, tratar de mantener la postura un buen tiempo, no sólo unos segundos sino varios minutos, antes de alternar.
Lo que buscamos es producir incomodidad y de ahí pasar a emociones como frustración, enojo, furia, tristeza, impotencia, etc.
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