¿Qué es el vacío?

Las dos semanas anteriores meditamos en entrenar la mente y en desarrollar entrega. De alguna manera estos acercamientos nos hacen sentido como occidentales; es decir, son términos familiares de alguna manera.

Esta semana haremos meditación de vacío, que es un concepto y un acercamiento totalmente asiático, filosóficamente hablando.

El término original es Sunyata y viene del sánscrito. Se traduce como vacuidad o vacío. Dependiendo de si se utiliza en Budismo, Hinduismo, Tantra, Dzogchen u otra visión filosófica, sunyata puede ser interpretado de distintas formas.

La primera es una cualidad de la realidad y de la experiencia misma (es decir, que la realidad misma está vacía o es un vacío). La segunda forma de entender el término es es un estado meditativo (subjetivo y personal) que los practicantes podemos identificar. 

Esto significa esencialmente que el vacío o sunyata es al mismo tiempo parte de la naturaleza de la realidad más allá de nuestro ego, de nuestra identidad. Es un aspecto que nos acerca más a nuestra verdadera naturaleza al ser un aspecto más expandido o abierto de la realidad.

Al ser un estado reconocible o perceptible por nuestra consciencia individualizada, es a la vez un camino o senda que podemos seguir para identificarnos cada vez más con ese aspecto de la realidad.

Podemos entender el vacío como el espacio donde existe la materia, donde existe la energía. El contenedor, el vaso. Lo interesante es que en términos de existencia, nuestra verdadera naturaleza es al mismo tiempo el vaso y el contenido, el contenedor y lo contenido.

Así por primera vez en nuestra exploración meditativa, buscamos una especie de expansión consciente más allá del individuo, de nuestro “yo”. Lo que hemos hecho las dos semanas anteriores es como crear las condiciones para percibir este vacío de forma indirecta, digamos. La primera semana al calmar la mente, podemos espontáneamente darnos cuenta de que no somos sólo la mente y los pensamientos sino también el espacio vacío. En la segunda semana mediante la expansión en entrega y agradecimiento tal vez seamos capaces de fundirnos y expandirnos en esa energía de entrega y reconocer que somos también el espacio donde la entrega se está expandiendo.

En esta semana lo que haremos es explorar directamente el vacío mismo. Tal vez lo más curioso de las técnicas de vació es que por un lado son las más sencillas y por otro lado las más complejas.

Son sencillas porque no hay muchas instrucciones que dar, ni mucho que hacer en términos de visualizar o crear mantras o cosas por el estilo. Son complicada porque requieren que el practicante tenga la capacidad de reconocer el vacío mismo, que está ahí desde el principio.

Entonces es un problema meditativamente hablando. Se los voy a explicar con una analogía. Imagínate que entras a una cocina y huele muy rico, Que están cocinando algo delicioso. En cuanto entras, hueles el aroma y empiezas a salivar y se te antoja. Pero tras unos minutos tu sistema se acostumbra al aroma y lo dejas de percibir, porque simplemente así funciona el sistema olfativo. Aunque quieras oler de nuevo el aroma, ya no lo puedes percibir a menos que te acerques a la olla y lo huelas de cerca.

Algo así funciona con el vacío. Imagina que desde que generamos un “yo” en nuestra vida (como a los 6 años aproximadamente) perdimos de vista el vacío donde antes existíamos. Y más aún, desde que nacimos y percibimos desde un cuerpo físico, se creó una experiencia interna de existencia física y concreta.

La meditación de vacío busca ayudarnos a recordar lo que éramos antes de encarnar, lo que somos y seremos siempre. Busca ayudarnos a recordar el aroma de nuestra verdadera esencia.

Haremos 3 técnicas como cada semana.

• Primero haremos una técnica muy utilizada en yoga y tantra llamada nadisodhana. Es un tipo de pranayama que regula el sistema nervioso y en este caso nos ayuda a penetrar a un estado de vacío.
• La segunda técnica utiliza la mente y los pensamientos para detectar el vacío entre los pensamientos. Es una especie de técnica analítica en base a ¿quién está observando esto?
• Finalmente haremos Shikantaza, una técnica fundamental en el Budismo Zen Japonés.