Tipos de cuerpos y Lectura corporal
Como mencioné en el blog anterior, la idea de las heridas viene en gran medida del trabajo del Dr. Willhelm Reich.
Reich fue alumno de Freud y participó en la Sociedad Psicoanalítica, siendo director de la clínica ambulatoria en Viena. Su postura era que la neurosis podía prevenirse y no sólo curarse, lo que lo llevó a buscar formas de reconocerla en las personas antes de que estas mostraran signos de patología.
Esto lo llevó a buscar un mapa sistemático del carácter, y a formular la teoría de la “estructura del carácter”. Fue muy bien recibida en los círculos psicoanalíticos y le dio un lugar importante en la Sociedad Psicoanalítica.
La estructura del carácter es la forma en la que el cuerpo físico reacciona como patrones de tensión ante las amenazas emocionales, creando configuraciones específicas.
No sólo es el “lenguaje no verbal”, sino la forma misma en la que el cuerpo se sostiene, se mueve, y existe en el mundo.
Al tratar cientos de pacientes, Reich encontró que hay ciertas zonas en el cuerpo que llamó “anillos de tensión” donde las personas solemos guardar más “carga emocional”. Al ser estimuladas con movimiento o presión, brota espontáneamente una emoción dolorosa e inconsciente (que la tensión muscular estaba ayudando a suprimir).
Cuando los pacientes son capaces de dejarse vivir la emoción al 100%, reviven en la terapia el momento del trauma como si lo estuvieran volviendo a vivir incluso con sensaciones y recuerdos sensoriales como olores, sonidos, etc.
Obviamente esta experiencia es dolorosa, pero a diferencia de la primera vez, nuestra mente adulta logra vivir la experiencia de una nueva manera y el trauma desaparece del cuerpo, junto con la tensión crónica.
Reich encontró que al darse estos espacio de descarga profunda, los pacientes quedaban curados completamente de sus neurosis, así como de sus heridas y las creencias limitantes que las acompañaban.
Lo que es más, los pacientes reportaban mayor felicidad, vitalidad y más gozo en la vida en general.
Reich llamó a esta energía “orgone” por organismo y orgasmo. Observó que durante los periodos de expresión emocional en terapia, las personas tenían un movimiento ondulatorio que recorría todo su cuerpo, similar a la ondulación que se produce posterior a un orgasmo físico.
A este proceso le llamó “El Reflejo del Orgasmo”. Por su teoría del orgone (que hoy reconocemos como qi, chi o prana) y por equiparar el proceso terapéutico con el acto sexual, Reich fue ridiculizado y finalmente expulsado de la Sociedad Psicoanalítica.
Más adelante hablaremos sobre sus descubrimientos e investigaciones del orgone, su cura contra el cáncer y la campaña de difamación que lo llevó a una persecución y quema de su obra, que culminó en su muerte prematura en una cárcel de Virginia.
Por ahora volvamos a la relación que tienen las Heridas con el cuerpo.
Tanto Reich como especialmente Alexander Lowen, un alumno suyo, encontraron no sólo anillos de tensión sino ciertas similitudes entre los cuerpos de personas con el mismo tipo de heridas.
Se les llaman los tipos de cuerpo, y al arte de diagnosticar mediante observar el tipo de cuerpo se le llama Lectura Corporal.
Es la herramienta fundamental que utilizamos los terapeutas corporales para orientarnos cuando tratamos a un paciente, pues la lectura permite ver no sólo el origen de las heridas y sus necesidades, sino el camino que la persona específicamente puede tomar para liberar su flujo energético.
Hay 5 tipos de cuerpo y están asociados exactamente con las 5 heridas, o más bien la idea de las heridas viene de la psicoterapia corporal y de los 5 cuerpos.
Los tipos de cuerpo se llaman:
- Cuerpo Esquizoide y corresponde a la Herida de Rechazo
- Cuerpo Oral y corresponde a la Herida de Abandono
- Cuerpo Psicopático y corresponde a la Herida de Manipulación o Traición
- Cuerpo Masoquista y corresponde a la Herida de Humillación
- Cuerpo Rígido y corresponde a la Herida de Restricción
Los nombres son algo antiguos y asociados al lenguaje psicoanalista, por lo que nos pueden parecer raros.
Algo que es fundamental recordar, es que cada cuerpo es único. No podemos catalogarnos en “yo tengo esta herida” o “yo tengo esta otra” ni en “yo tengo este tipo de cuerpo” y no otro, etc.
Igual que con las heridas, cada cuerpo es una combinación de patrones de tensión únicos. Además debemos considerar genética, fracturas y accidentes, así como la forma en la que conscientemente usamos nuestro cuerpo y la movilidad que le damos.
Por todo esto, cada cuerpo es único y la lectura de cada persona debe hacerse mirando la totalidad de la persona. La lectura corporal es un arte hermoso que toma un buen tiempo de entrenamiento para hacerse bien.
Además, no podemos hacer auto-lectura, ya que nuestra autoimagen está totalmente distorsionada por filtros inconscientes. La lectura nos la debe hacer alguien más, entrenado para eso.
Por ahora, sólo mírate al espejo completamente desnudo.
Date un buen tiempo para observar todo tu cuerpo. Mejor si es un espejo de cuerpo completo y tienes buena iluminación. Déjate estar de pie naturalmente, de la forma más cómoda posible. Obsérvate de los dos perfiles, de frente, y si es posible con otro espejo, de espaldas.
Observa lo que te gusta de tu cuerpo y lo que no te gusta. Háblalo en voz alta y coméntalo contigo mismo. Ten una conversación con tu cuerpo.
Permítete sentir agrado por lo que te gusta, y reconoce las sensaciones. Trata de sentir cada una, de ponerles nombre.
Permítete sentir desagrado por lo que no, y reconoce las sensaciones y trata de nombrarlas.
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